Cuando iba al colegio, comenzamos a tocar la flauta dulce en la clase de música. La primera flauta que tuve fue ésta de color negro y blanco, llevaba una funda de color mostaza que con el tiempo se quedo hecha un horror. Posteriormente compramos otra de color crema con funda de plástico de color naranja. La pobre flauta negra quedó relegada porque nos gustaba más la crema. Cuando estudié la carrera en la clase de música volvimos con la flauta dulce y en esta ocasión con la negra porque, según nos dijo la profesora, sonaba mejor.
Como la funda estaba fatal hice ésta y mira, ahora, está de moda porque todo el mundo hace fundas para todo, incluida yo.
He vuelto a encontrar la flauta en cuestión porque mis sobrinas la necesitaban para el instituto y como veis la funda está perfecta después de tantos años.
ES CHULISIMA LA FUNDA, ASI ESTARA BIEN PROTEGIDA LA FLAUTA
ResponderEliminarUN BSO.
Tienes razón, ha estado muy protegida, fíjate que la han podido utilizar mis sobrinas y la funda como nueva después de mil años jejeje. Besicos
EliminarGrazie per essere passata da me e complimenti per il tuo blog.
ResponderEliminarDebora
Gracias por la visita. Besicos
EliminarLas cosas hechas con amor durán una vida :) Fijate que tengo una flauta pero nunca he aprendido y me encantan.
ResponderEliminarUn besito
Hola Gisela, pues anímate que nunca es tarde para aprender. Durante un tiempo fui a tocar la flauta dulce a la escuela municipal y fueron unos años maravillosos, hice un montón de amigos que todavía conservo y aprendí muchísimas cosas, incluido todo lo que sé sobre danza y trajes históricos. Besicos
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