Este osito, o muy parecido, fue el primer muñeco de tela que hice. Fue para mi hermana que entonces trendría unos 4 ó 5 años y yo unos 9 ó 10, estaba en una revista llama "Bazar". Los patrones se hacían con unas tapaderas de cacerolas, las orejas y el rabito eran tazas de café. Con la ayuda inestimable de mi madre se lo hice como regalo de algo y le gustó tanto que lo utilizaba de almohada. Pasado el tiempo el osito desapareció, supongo que porque estaba destrozado, pero mi hermana siempre lo recordaba con cariño.
Este año, con la complicidad de los Reyes Magos, hemos confeccionado éste que es similar a aquel primitivo. Está realizado con la misma técnica y con el mismo cariño que entonces.
Según la propietaria del osito, el rabito estaba a un lado, las orejas no estaban unidas al cuerpo y los ojos eran transparentes con una tela fina rosa debajo, pero le gustó tanto como el primero.
Besicos para mi hermana favorita.