"-Ígneo, coleóptero, dichorisandra, ecuandúreo!-
Esta bruja tenía por costumbre decir palabras difíciles para calmar sus enfados."
("El bolso de Ariadna", de F. Abad y E. Mendieta)
Esta bruja tan simpática fue un regalo para mi hermana que colecciona brujas, y en el que colaboró, en un tanto por ciento muy elevado, mi madre (la más lista de las madres, por cierto).
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