Hoy Día Mundial del Vestido, en esta ocasión organizado por Arish del blog Taller de Sueños de Arish, celebramos no solo las prendas que nos visten, sino también aquellas que nos acompañan, protegen y cuentan nuestra historia. Y entre todas ellas, hay una que suele pasar desapercibida, discreta y fiel, pero llena de significado: el delantal
Desde mi taller, donde los tejidos esperan
convertirse en sueños, le digo que pocas prendas poseen la honestidad y el alma
de un delantal.
Lo miramos a menudo con la displicencia de lo cotidiano, sin comprender que es,
en realidad, el estandarte del corazón de la casa: la cocina.
Es, primero, nuestra armadura cotidiana. Un escudo humilde de algodón o lino que se interpone entre nosotros y el fragor de la batalla culinaria. Recibe con valentía las salpicaduras de aceite hirviendo que amenazan nuestra piel, las manchas de un tomate exuberante que mancharían nuestra ropa y el polvo de harina que lo cubre todo como una nevada de invierno. Cada mancha que adorna su superficie no es una mácula; es una medalla al mérito, una cicatriz de guerra ganada en la noble tarea de alimentar a los nuestros. Se sacrifica por nosotros, y en su sacrificio, nos protege.
Es, también, el cronista de nuestra historia
familiar. Observe un delantal viejo, uno que ha servido durante años. No verá
un trapo gastado. Verá un mapa. Un mapa de historias tejido con hilos
invisibles. Aquí, el rastro de chocolate de las manos pequeñas de un niño que
“ayudaba” a hacer un pastel. Allá, la sombra violácea del vino que saltó de la
copa en una celebración ruidosa y feliz. En sus fibras se impregna el aroma de
la sopa de la abuela, del guiso de los domingos, del pan recién horneado. No es
un tejido inerte; es un archivo de afectos, un diario sensorial de la vida
compartida.
Y es, sobre todo, un abrazo. ¿Se ha detenido a
pensar en el gesto, en ese sencillo acto de anudarlo a la espalda? Es un
ritual. Es el momento en que uno se despoja de las preocupaciones del mundo
exterior y se viste de hogar. Es el uniforme del cariño. Sus lazos no solo
ciñen la cintura; nos abrazan, nos reconfortan con el calor residual del horno
cercano, con el consuelo de una tarea que es puro acto de amor.
Así que no, no es solo una pieza de tela cortada
de un patrón simple. Es el estandarte de la cocina, el guardián de nuestra
ropa, el confidente de nuestras recetas y el primer abrazo que damos al entrar
en el santuario del fuego y el alimento.
Larga vida al delantal, ese compañero silencioso y leal, cuya sencillez esconde la más profunda de las dignidades.
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¡Viva el delantal! Qué homenaje tan bonito le habéis dedicado a esta prenda tan hogareña. El diseño que preparásteis para reciclar la bata escolar es muy original y me ha encantado leer el escrito de tu cuñado. Felicidades a ambos por este trabajo en equipo! Desde luego sois una familia de artistas!
ResponderEliminarBesos
Qué bonita transformación! Un fiel compañero de cada día el delantal, que lindo trabajo en equipo! Besitos...
ResponderEliminarUn reciclaje fabuloso.
ResponderEliminarEs una prenda que no puede faltar en la cocina.
Tanto tu cuñado como tú habéis tenido mucho arte en este post dedicado al delantal.
Besitos
Hola, que hermosos post para celebrar el dia mundial del vestido. Y tu propuesta genial, gracias por compartir. Abracito. Feliz finde.
ResponderEliminarA mi me parece genial que hayas reciclado esa bata en delantal, ademas de que te ha quedado muy bonito y sera de mucha utilidad.
ResponderEliminarBesos
Estáis hechos unos artistas!!! El delantal ha quedado genial y su historia es y será preciosa! Felicidades!
ResponderEliminarBesitos,
Pilarín
Me encanta, Conchi. Os ha quedado de maravilla. Y todo lo que cuentas del delantal es cierto. A mí, particularmente, es una prenda que uso todos los días y me trae recuerdos inolvidables de mis abuelas que siempre usaban el delantal y que cuando era pequeña me adueñaba de ellos para disfrazarme...
ResponderEliminarFelicita a tu cuñado por su maravilloso escrito, y si me permites, te dejo otro escrito que me llena de ternura:
https://exlibrismaiteblog.blogspot.com/search?q=delantal.
Feliz fin de semana. Besos
¡Un trabajo en equipo espectacular! Reciclando y desarrollando con ingenio algo especial para un compañero de todos los días. 🍽 🥧 😊
ResponderEliminarMe encantó ver en imágenes como tu delantal fue tomando forma. ¡Feliz dia! 👗 🙂😘
Me ha encantado Conchi esa transformación de bata a delantal y que verdad es, las telas no son sólo telas por eso cuesta tanto deshacerse de ellas y al darles otra utilidad adquieren mas valor. Sois unos artistas felicidades
ResponderEliminarEn primer lugar ¡¡¡tienes toda la razón!!! el delantal, el vestido para la cocina por excelencia, una prenda que me encanta hacer, que uso y que tengo unos cuantos hechos y guardados,
ResponderEliminarHas realizado un excelente trabajo con una composición muy original y en segundo lugar me ha encantado el texto tan bonito que ha escrito tu cuñado, merece una mención aparte, por lo tanto FELICIDADES a los dos y BESICOS.