El año pasado, terminando ya la Navidad apareció por casa un duendecillo al que casi no le hicimos caso porque nos estábamos mentalizando para volver a la rutina del día a día. Además iba a incorporarme al trabajo después de tantos meses de baja que no tenía mucho tiempo para preguntarle que pretendía hacer a esas alturas de las fiestas. El caso es que se quedó por casa y aparece y desaparece cuando le viene en gana. Antes de recoger el árbol nos permitió que le hiciéramos unas fotos con los adornos navideños aun por guardar para el siguiente año,
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigv5LVP-6X-rKANF77UUMF2Jlg4cqu8eLuk-arxtpxVskiAo58YlR1sd6L0V-KF-ayfOgJDZUMhLz5CG5kmM2TBMbGkybe3F7KRg4MV-tgdI1jQbVUUhJk93N6v8wuwHtKOsl49rIoXZNn/s320/IMG_20171230_172047_1_1%257E2.jpg)
Cuando Ana, anfitriona del Reto Amistoso nº 107, nos planteó desde su blog Anuskalandia el tema "Preparando la Navidad" se me ocurrió que podía hacerle un amiguito a nuestro duende para que no se encontrara tan solito.