Este osito, o muy parecido, fue el primer muñeco de tela que hice. Fue para mi hermana que entonces trendría unos 4 ó 5 años y yo unos 9 ó 10, estaba en una revista llama "Bazar". Los patrones se hacían con unas tapaderas de cacerolas, las orejas y el rabito eran tazas de café. Con la ayuda inestimable de mi madre se lo hice como regalo de algo y le gustó tanto que lo utilizaba de almohada. Pasado el tiempo el osito desapareció, supongo que porque estaba destrozado, pero mi hermana siempre lo recordaba con cariño.
Este año, con la complicidad de los Reyes Magos, hemos confeccionado éste que es similar a aquel primitivo. Está realizado con la misma técnica y con el mismo cariño que entonces.
Según la propietaria del osito, el rabito estaba a un lado, las orejas no estaban unidas al cuerpo y los ojos eran transparentes con una tela fina rosa debajo, pero le gustó tanto como el primero.
Besicos para mi hermana favorita.
Cuando, el 5 de enero por la mañana, fuimos a comprar el relleno para el conejito de Ana y encontramos aquellos cojines azules, me vino a la memoria mi osito perdido. Y pensé: "Igual me lo hace esta noche con esta tela azul... porque como la noche de Reyes es mágica... todo es posible." Así que... el Día de Reyes, en cuanto vi el paquete que había debajo del árbol, tan mullidito... me imaginé que sería mi osito... Pero... entonces vi la tela del cojín en un rincón y me llevé una desilusión... Y en el momento de abrir los regalos y ver mi osito... Ahhhhhhhh, qué iluuuuuuuuuuuuuuuuuuu. Me hubiera comido a besos a mi hermanitaaaaaaaaaaaaaaaaaa y a mi ositooooooo.
ResponderEliminarVoy a contar un secreto: duerme conmigo todas las noches ;-)
Besos nube.